domingo, 6 de enero de 2013

Cabalgatas a ritmo de batucadas


El alcalde de Haría, José Torres Stinga, no dudó ayer en entregarles en mano a los Reyes Magos las llaves con las que podían entrar como Pedro por su casa en todos los hogares de la isla para hacer realidad los sueños de los miles de chinijos que anoche casi no pegaron ojo en espera de los regalos de Melchor Gaspar y Baltasar. Y es que el itinerario que tuvieron que realizar sus majestades de Oriente para cumplir con la tradición de la Noche de Reyes no se pagaba con dinero. O sí.

Sin embargo, los Reyes Magos ya se habían dejado ver en el municipio de Yaiza desde buena mañana. Seguramente, aprovechando que fueron a coger sus camellos en el Vallito de Uga donde cada año se los ceden gustosamente tras su jornada laboral en las Montañas del Fuego paseando a los guiris que visitan a la isla de los volcanes.

A lomos de sus dromedarios, sus majestades de Oriente entraban por la calle principal de Yaiza para recoger las cartas con los regalos que se habían quedado en el tintero. En la plaza de Nuestra Señora de los Remedios, los Reyes aprovecharon para tomar fuerzas y departir por unos minutos con los niños que se acercaron hasta este pequeño pueblo.

Nadie sabe cómo, pero apenas una hora después los Reyes Magos ya estaban en La Graciosa para satisfacer los deseos de los más pequeños de la octava isla. Para ello, tuvieron que coger un barco para entrar directamente por el muelle de Caleta de Sebo. Una fiesta en la que no faltaron los caramelos y las carreras de chicos y grandes por estar junto a los tres hombres más deseados del año.

Aprovechando que tenían que coger un barco para llegar hasta La Graciosa, los Reyes decidieron seguir su excursión náutica hasta el muelle de Arrieta para proseguir con su viaje. Allí les esperaba, además del alcalde de Haría, una auténtica muchedumbre a la que previamente se le había entretenido con juegos y mucha escandalera.

La siguiente parada de la comitiva real tuvo lugar en Tinajo donde le esperaba la batucada Womad con sus clásico ritmo carnavalero, seguramente calentando motores de lo que se les avecina en unos meses. A la fiesta tampoco faltaron los integrantes de la Escuela de Baile Moderno que no dejaron de hacer piruetas a medida que avanzaba la cabalgata.

En Tías, los Reyes también continuaron su fiesta a ritmo de batucada gracias a los integrantes de Chimbay y más tarde con Sur Caliente, en Puerto del Carmen.

En San Bartolomé, la comitiva real partía desde el instituto para desembocar poco después en el parque Félix Rodríguez de la Fuente, quizás para homenajear al que fuera el gran amigo de los niños españoles.

Pero sin lugar a dudas, la gran cabalgata de Lanzarote tenía lugar en Arrecife. Hasta 15 camellos tuvieron que utilizar los Reyes Magos para transportar la cantidad de regalos que se pidieron los arrecifeños. Es más, el Ayuntamiento tuvo que habilitar también el tren turístico de la capital para echarles una mano a sus majestades.

Los pastorcitos de la batucada Villa Pipol fueron los encargados de abrir el destile por delante del trenecito y del rey Melchor que no paró de lanzar caramelos. Una lámpara de Aladino en forma de carroza simbolizaba los deseos de todos los lanzaroteños.
LaProvincia-DiariodeLasPalmas D. Rivero

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